Ceuta entre dos Mares

Ceuta entre dos Mares
Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él.Paulo Coelho.

martes, 30 de diciembre de 2008

jueves, 25 de diciembre de 2008

Madre Teresa de Calcuta


La madre Teresa de Calcuta, es la mejor intérprete contemporánea de las palabras de Cristo cuando dijo: LO QUE HAGAIS AL MÁS PEQUEÑO DE MIS HERMANOS, A MÍ ME LO HACEIS.
Es la negación de YO, para entregarse al Amor universal. Al Amor sublime que radica en hacerse tan pequeña, que esa, su humildad y su sacrificio la hicieron grande y santa. Vivir para amar al prójimo más que a sí misma.
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El día más bello: hoy
La cosa más fácil: equivocarse
El obstáculo más grande: el miedo
El error mayor: abandonarse

La raíz de todos los males: el egoísmo
La distracción más bella: el trabajo
La peor derrota: el desaliento
Los mejores profesores: los niños

La persona más peligrosa: la mentirosa
El sentimiento más ruin: el rencor.
El regalo más bello: el perdón
Lo más imprescindible: el hogar
El peor defecto: el mal humor

La ruta más rápida: el camino más correcto
La sensación más grata: la paz interior
El resguardo más eficaz: la sonrisa
El mejor remedio: el optimismo

La mayor satisfacción: el deber cumplido
La fuerza más potente del mundo: la fe
Las personas más necesarias: los padres
Lo más bello de todo: el amor


Madre Teresa de Calcuta

domingo, 21 de diciembre de 2008

La esperanza de un sueño



Un pequeño gusanito caminaba un día en dirección al sol.
Muy cerca del camino se encontraba un chapulín. -Hacía dónde te diriges?, le preguntó.
Sin dejar de caminar, la oruga contestó: -Tuve un sueño, anoche soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo.
Sorprendido, el chapulín dijo mientras su amigo se alejaba: -Debes estar loco!, Cómo podrás llegar hasta aquel lugar? -Tú, una simple oruga! Una piedra será una montaña, un pequeño charco un mar y cualquier tronco una barrera infranqueable.
Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó. Sus diminutos pies no dejaron de moverse.
De pronto se oyó la voz de un escarabajo: -Hacía dónde te diriges con tanto empeño?
Sudando ya el gusanito, le dijo jadeante: -Tuve un sueño y deseo realizarlo, subiré a esa montaña y desde ahí contemplaré todo nuestro mundo.
El escarabajo no pudo soportar la risa, soltó la carcajada y luego dijo: -Ni yo, con patas tan grandes, intentaría una empresa tan ambiciosa.
El se quedó en el suelo tumbado de la risa mientras la oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros.
Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo a desistir. No lo lograrás jamás! -le dijeron-, pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir.
Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar. -Estaré mejor, fue lo último que dijo, y murió.
Todos los animales del valle por días fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del pueblo. Había construido como su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió por querer realizar un sueño irrealizable.
Una mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos.
De pronto quedaron atónitos. Aquella concha dura comenzó a quebrarse y con asombro vieron unos ojos y una antena que no podía ser la de la oruga que creían muerta.
Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas arcoiris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos: Una mariposa.
No hubo nada que decir, todos sabían lo que haría. Se iría volando hasta la gran montaña y realizaría un sueño, el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir. Todos se habían equivocado.
Dios nos ha creado para realizar un sueño, vivamos por él, intentemos alcanzarlo, pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizá necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas y entonces, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo lograremós.
El éxito de la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino.

Anónimo

martes, 16 de diciembre de 2008

Mi sueño preferido



Ayer bajo la lluvia lloré tu ausencia
busqué desesperada tu sombra leve
por si me acompañaba en la fría tarde
…y no la encontré. Ni la clemencia
para este dolor, cada día más grande.
Miré alrededor en mi vagar solitario
con el deseo ferviente de encontrar tu mano
esa mano fuerte, cálida, protectora, segura,
solo encontré el no saber, la terrible duda
si me la darías al pasear conmigo
siendo nada más el confindente amigo
que acompaña en las tardes oscuras.
Pero…yo soñé mi sueño preferido al clarear la tarde
cuando el sol engalanó los charcos de oros y colores,
te vi …tan amoroso y entrañable
sonriéndome con todo el amor de tus ojos nobles.

Nine


lunes, 1 de diciembre de 2008

Alma en la sombra


Alma en la oscura sombra soy.
Llega hasta mí el intermezzo
que me dedicaste en secreto
no quise escucharlo hasta hoy...

Bajando la calle, camino sedienta
esa música divina hiere mi corazón
sol de verano, sofoca, calienta,
me ahogo en la pena, en la sinrazón
de no oír tus labios llamándome
pidiendo que vuelva cerca de ti
con la misma gracia de entonces,
igual fe en el amor que te di.

Ya no quiero ver jamás esa playa
dónde tarde tras tarde te esperé
lanzando mis súplicas hacia el horizonte
con la esperanza de verte volver.
Se hace de noche mientras me llega con la brisa
un rumor suave que no olvidaré,
no son dulces palabras de amor...
es algo hiriente...es tu irónica risa
disfrazada de melodiosa composición.

Nine





viernes, 21 de noviembre de 2008

Cuando no sabemos lo que se avecina...




Me asomé al Arrecife de las Sirenas, creí verlas bailar entre la espuma que se forma al llegar las olas y golpear o acariciar las rocas. Las vi salir del agua... creí verlas, ¡qué más da!, el espectáculo estaba servido era algo especial, único, y yo una espectadora privilegiada en primera fila en aquel día de primeros de Septiembre con una suave brisa acariciando mi cuerpo, besándome en la boca con el mayor descaro que jamás lo hizo el viento con alguien, tan cerca del Mar Mediterráneo.

Bajé a la playa de las Salinas, me tumbé en la arena mientras la perrita giraba a mi alrededor en una inacabable vuelta al ruedo que ella se había inventado para celebrar, tal vez, que pisaba la arena tantas veces prohibida a los perros. Mientras, mi amor se consumía en una fiebre repentina que lo llevó a los brazos de Morfeo, sentí la soledad en compañía.

Mi hija, muy jovencita, permanecía callada, así solía estar desde hacía unos días, cuando le comunicaron que el chico del que estaba enamorada se había matado en un accidente de tráfico; ya había llorado todo lo que se puede llorar, estaba en esa fase en la que se acaban las lágrimas y se entra en un estado de mutismo de estar perdida entre la gente, incluso entre la que te quiere mucho. Cuando se nos acaban las palabras de consuelo para decirle al que sufre solo podemos pedir que el tiempo pase rápido y cure las heridas lo antes posible.

Al mismo tiempo, mi padre se moría un poco más aquella tarde sin tener yo la más leve sospecha de que esto estaba ocurriendo; se guardaba sus males, los sufría en silencio
no se quejaba nada, nos engañó como a niños convencidos que el mal era pasajero una simple indisposición veraniega que no tardaría en pasar, no sé porqué lo hizo, después de esto toca llorar el doble o el triple, no puedes hacerte a la idea en tan poco tiempo. Es algo parecido a la noticia de un accidente.


Al ignorar lo que en realidad estaba ocurriendo la tarde fue agridulce, es lo que recuerdo. El atardecer en colores, el mar seductor invitando al baño, la arena cálida y el ambiente sosegado lleno de silencio, de paz.

Con el paso de las horas en aquel lugar sentados en la playa nos fuimos impregnando de salitre con ese olor tan característico que allí en las salinas era mucho más intenso, respiré profundamente antes de abandonar aquella orilla tan soñada

En el pueblo de San Miguel encontré cariño y unas atenciones que me emocionaron, ¡qué buenas gentes! Lo sentí así y el recuerdo que guardo es uno de mis tesoros. Todo era bello y especial en la costa de Almería.

¡Hermosa tierra!

Desconocida para muchos entrañable para otros. Espero que siempre conserve ese encanto y la respete todo el que se acerque a ella a sus lugares dónde es tan fácil soñar despierto, sentir el calor de sus gentes y disfrutar de todo lo que ofrece que es mucho.



Nine

martes, 18 de noviembre de 2008

"Cansado"


Sí, estás cansado…
de tanto reír de esa mujer
que creyó en ti como en un dios,
te dio todo lo que tenía
pobre ilusa que no pensó
lo lejos que estás de ella.
Combatió su melancolía
ayudándote a soñar con estrellas
leyendo y releyendo poesías
sin darse cuenta que delicadezas
nunca jamás le dedicarías.
En la tristeza de sus ojos negros
llenos de infinita paciencia
veo a la niña que perdió su muñeco
y no lo buscó siquiera,
tan solo retuvo su recuerdo
y el de las dulces horas que pasó con él,
que se fue a otros lugares
dónde otros brazos cariñosos
dieron amor a su tierno cuerpo
intentando que fuera cómo el de ella.
Ni por asomo lo consiguieron.
Nine

viernes, 7 de noviembre de 2008

Noches azules


Éramos tan jóvenes...teníamos tantos sueños por cumplir...

Paseábamos por aquella arboleda y luego seguíamos el sendero hasta la playa. Bajábamos las escaleras despacio con aquel perrito que siempre se animaba a acompañarnos en nuestros paseos vespertinos. Tu mano asía fuerte la mía y yo me sentía segura, protegida por la fuerza que emanaba de tus ojos cuando me mirabas.

Sentados en las rocas el mar nos mojaba con aquellas gotas espumosas que parecían encajes, algunas, la cara y la ropa, nosotros intentábamos no movernos, pero cada ola que venía lo hacía con más fuerza y así alguna casi nos pasó por encima, entonces salíamos corriendo hasta la orilla con una risa nerviosa en mi caso y allí nos besábamos como dos sedientos, los besos sabían a sal, ¡qué ricos estaban!

¡Qué lejos quedan esos recuerdos!

Te miro a hurtadillas, tú inmerso en la lectura de algún libro o bien viendo una película de la que no quieres perderte ni un solo cuadro, si no, navegas por Internet horas y horas sin volver a puerto dónde yo te espero con los brazos abiertos.

¿Habré perdido mucho encanto? Parece que no porque de noche te abrazas a mí como si te fuera la vida en ello y te recupero de todo el día perdido, luego, nos dormimos cada uno por su lado. Si faltas un día te echo mucho de menos y si falto yo te ocurre lo mismo, sin embargo, los silencios son cada vez más grandes; tú sabes mi vida y yo la tuya, esto da la tranquilidad de saber con quién está uno, espero que no por causa de aburrimiento, por eso, nunca te hago creer que estoy conquistada del todo, que aún queda en mí alguna torre o almena por conseguir. Te hago rabiar un poco fingiendo que no te quiero tanto como te quiero y tú hombre seductor dónde los hayas lo intentas una y otra vez incansable en la lucha ganando todas las batallas.

Pero te quiero...mucho...no sabes ni podrás imaginar nunca, ¡cuánto! Contigo todas las noches son azules. Gracias, amor mío.


Nine

jueves, 6 de noviembre de 2008

A este amor no le tengas miedo



No quiero decirte que una lágrima
nubló tu presencia aquella noche
ya no te esperaba en aquella cima
a dónde llegamos sin reproches.
A pesar de todo siempre supimos
lo que de verdad nos has unido
sentimientos tan puros, hermosos,
llenando nuestras vidas sin retornos.

Te acercaste tímidamente a mi cuerpo
me abrazaste fuerte perdiendo el miedo
yo me aferré a tus brazos, a tus besos
pero... no quise acapararte luego.
Dejé que el aire circulara entre nosotros
no le tuvieras a este amor resentimientos
porque cuando de verdad se ama
se esté lejos o cerca amor se sigue sintiendo.

En mi pensamiento un solo nombre.
¿Mis recuerdos? Presentes, aún te quiero.
¿Mis noches? Amarga soledad, contigo sueño.
Mi vida está llena porque mis ojos te vieron.


Nine

viernes, 31 de octubre de 2008

En tus brazos




…Y fui a refugiarme en tus brazos,
tus brazos que no me aprisionan,
me abarcan como un tierno lazo
me abrazan y tanto me emocionan.
Porque te quiero , sin saber cuanto.
Porque sin ti no vivo ni un instante
si en ti me apoyo estoy en tu cielo
sigo tu luz de cerca para alumbrarme.
Todo lo que soy a ti te lo debo,
viniste amoroso a mi noche oscura
y cogiendo fuerte mi mano
me hiciste salir de mi vida absurda.
Ya me he rendido a tus palabras tiernas
he abierto balcones, puertas, y ventanas,
me he asomado a tu corazón de leyenda
quiero estar cerca de ti en las madrugadas.
Llamarte ¡Amor mío! y que me respondas,
sentir tus labios besándome el alma
rodearte con mis brazos de enamorada
sabiendo que más allá de ti está la nada.
Nine




martes, 21 de octubre de 2008

El espejo de Matsuyama



Todas las mañanas la veo, la mayoría de las noches también. Me miro al espejo, y está en el cristal reflejada. Me impacta la imagen, no pierdo la serenidad. Lleva mis camisones, y los que heredé, el turquesa y blanco bordado con perlas, el rosa con flores color chocolate, el amarillo con adornos pistacho...todos se pone, todos los que me pongo.
Hoy tenía ojeras y su cara me preocupó un poco, más tarde su semblante se recuperó mientras un tímido rubor cubría sus mejillas. Le sonreí con ternura, seria, me devolvió la sonrisa, amplia y calurosa.
-¿Quién eres tú?- le he preguntado en tono de broma, ella me ha hecho la misma pregunta, nos hemos reído, traviesas, yo sé bien quién soy, lo que quiero ser, una persona sencilla y buena como ella.
Se había marchado cuando salí de ese laboratorio.
Sentada ante el gran ventanal del salón dónde está la mesa de mármol en la que me gusta desayunar ha venido a mi memoria un precioso relato de un libro que tenía cuando empecé a leer con seis años que desapareció de mis recuerdos y su título he olvidado.

El relato se llama: El espejo de Matsuyama.
Una madre antes de morir entrega a su hija una cajita, regalo que su esposo le trajo de un viaje, le dice que no esté triste que cuando ella desaparezca allí podrá encontrarla. Cuando la joven abre la caja, ve una imagen que es idéntica a la de su madre, no sabe que es su cara reflejada en el espejo, un objeto que ella desconoce que existe.
Yo veo a mi madre todas las mañanas cuando me levanto, después me “disfrazo”, ella queda dentro de mí, muy dentro de mí.


Nine










viernes, 17 de octubre de 2008

El jardín de los árboles del Amor



Voy bajando el sendero lleno de helechos, una alfombra de caracolillas y musgo acompaña con sus típicos ruidos mis pasos, mientras me hundo en mis pensamientos batallando por salir a flote entre tanta incertidumbre.
En la lejanía creo ver tu silueta esperándome con paciencia, es una actitud que me reconforta y hace el camino más llevadero y esperanzador.
Mi alma de niña me dice que confíe en ti y me agarre de tu brazo amigo. La mujer que se ve fuera de ese almita es desconfiada y orgullosa- teme al dolor del amor como a cien varas de nardos- se muestra reticente, teme que cuando llegue al jardín de los árboles del Amor hayas desaparecido y solo quede el aura que te envolvía.

El sendero se torna tortuoso, no puedo caminar tan alegremente como lo hacía antes cuando era tan inocente y confiaba en todo el mundo. Clamo a las puertas de mi fortaleza, están cerradas, nadie me oye, un silencio sepulcral la rodea. ¡Cielos!, ¿tan sola estoy? Y sacando fuerzas de flaquezas me interno más en el serpenteante sendero que me lleva… ya no sé a dónde, he perdido el Norte pero no quiero desandar el camino, estés o no esperándome, llegaré.

Rompo los puentes, si hay que huir que sea hacía adelante.

Nine

miércoles, 15 de octubre de 2008

Mi silencio



Cuanto mayor es mi silencio...
más te quiero.
No podría decir con palabras...
Lo que siento.
Lluvia mansa que cae esta noche...
Escúchala en silencio.
Es mi voz, te dice con derroche...
Por ti muero.
Pero... tú no llores ni un instante...
con los recuerdos.
Ellos perviven en nuestras almas,
son un consuelo.
Cuando vivir era soñar en calma,
sentir el viento
susurrarnos cada madrugada...
Deseos intensos
de amar infinitamente atrapados
en este fuego.
Era saber en la distancia... lo eterno...
Tú y yo, solos,
lo más importante de este mundo
que es el nuestro.
En silencio te quiero cada día
¡Cuánto te quiero!
Este amor me llena el alma,
dulces pensamientos.
No necesita de palabras,
sólo de gestos.


Nine

lunes, 13 de octubre de 2008

Existen Cielos Protectores




Un Cielo protector existió para mí, no fue un sueño, no uno de los muchos que me fabrico para soportar la fría realidad, la soledad. Duró lo que vivieron mis padres, luego se desvaneció.
Otro existe. Físicamente está ubicado al Norte de África en la que pudo ser la isla Ogigia de la Odisea.
Un hermoso lugar dónde se unen las aguas del Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, dónde, puestos a soñar…, Calypso enamoró a Ulises y lo retuvo siete años.
Una de las columnas de Hércules: Abyla.
Hoy en día es una preciosa Ciudad rodeada de mar por todas partes menos por la que la une al continente africano. Un bello Cielo Protector que muchos quisieran alcanzar, que yo perdí.
Milenaria Ciudad. Perla ambicionada por muchos gobernantes, situada en uno de los lugares más estratégicos del mundo por la que pasaron muchas civilizaciones, es española (reconquistada) desde hace más de cinco siglos. Mucho antes de que existiera EE.UU. de América.
Separada de España por el Estrecho de Gibraltar, siempre estuvo unida a ella como los buenos hijos a sus madres, con nobleza, lealtad y fidelidad. ¡Siempre!
La armonía que existe en la convivencia entre las cuatro culturas que la pueblan, espero que dure por los siglos de los siglos.

Que todos los que la habitan sepan ver en Ceuta española su Cielo Protector.

Nine

viernes, 10 de octubre de 2008

Acércate



Lo veo acercarse, por el camino
viene a por mí a paso lento,
seguro, convencido, con aliento,
en su mirada mi imagen adivino.

Cuando llega es un torbellino
que todo arrasa sin medidas.
En sus brazos estoy perdida,
pierdo con sus besos el sentido.

No quiero las ausencias
que este amor causará
siempre noche oscura será,
lo sé, si me falta su presencia.

¡Es tan dulce su boca! Su mirada...
la siento como caricias.
En silencio recorre mi balconada
llenándola de flores, con alegría,
que se abrirán cada madrugada
inundando de amor nuestras vidas.


Nine

jueves, 9 de octubre de 2008

Tres palabras


Eran tres palabras las que tenía.
Tres... para decir mis sentimientos
no supe utilizarlas con alegría
las malgasté con mis lamentos.
¡Amor, te quiero!

Ahora te siento tan lejano...
Eres uno de aquellos recuerdos…
el tiempo al pasar casi lo borró.
Me pregunto si a ti también te apenó
la muerte súbita de ese niño tan sano
que fue nuestro inimaginable amor .
Nine

miércoles, 8 de octubre de 2008

Mi sueño querido


Fuiste un sueño...
Se desvaneció en la mañana
de aquel día que pintaron negros nubarrones,
los que desearon nuestro alejamiento.
Yo fui más culpable, les hice vencedores.
Viendo todo desde la lejanía, con conocimiento
de causa, comprendo y admiro tu paciencia
de haber sido un día tu amor me enorgullezco,
acepto tu decepción y posterior indiferencia.
Retirada en mi exilio unas veces amargo, otras dorado
le pido a Dios que siempre te acompañe
a cualquier lugar donde tus pasos te lleven.
Para mí pido dura penitencia por haberte fallado.
No hay penitencia más dura..., ¡ tanto me duele!,
que me falte tu aliento, no estés a mi lado.

Adiós para siempre, mi sueño querido.


Nine

martes, 7 de octubre de 2008

La mensajera




Quisiste tender un puente entre tú y yo...
La enviaste a ella, que es dulce, serena
con la franqueza que la caracteriza
te habló bien de mi, te dijo que soy buena.
Ella, es la bondad personificada
estás dentro de su alma, te defiende
de enemigos que tal vez no existen,
la voz de tu conciencia. Te comprende,
da por ti todo lo que tiene y ambiciona,
con una sonrisa del amanecer a la noche
buscando estrellas, dártelas sin reproches
olvidando su entrega, tú, ni la nombras.
¿Cómo quitar a una niña su muñeca?
¿O a un niño su juguete preferido?
Yo no soy capaz de hacerlo, amigo,
qué siento por ti nunca se lo diré a ella.
Si quieres saberlo pregúntamelo tú mismo.
No utilices,¡ cobarde!, mensajeras.
¡Le digo una y le diré mil veces,
que es solo a ella a quien tú quieres!
Nine