Ceuta entre dos Mares

Ceuta entre dos Mares
Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él.Paulo Coelho.

viernes, 31 de octubre de 2008

En tus brazos




…Y fui a refugiarme en tus brazos,
tus brazos que no me aprisionan,
me abarcan como un tierno lazo
me abrazan y tanto me emocionan.
Porque te quiero , sin saber cuanto.
Porque sin ti no vivo ni un instante
si en ti me apoyo estoy en tu cielo
sigo tu luz de cerca para alumbrarme.
Todo lo que soy a ti te lo debo,
viniste amoroso a mi noche oscura
y cogiendo fuerte mi mano
me hiciste salir de mi vida absurda.
Ya me he rendido a tus palabras tiernas
he abierto balcones, puertas, y ventanas,
me he asomado a tu corazón de leyenda
quiero estar cerca de ti en las madrugadas.
Llamarte ¡Amor mío! y que me respondas,
sentir tus labios besándome el alma
rodearte con mis brazos de enamorada
sabiendo que más allá de ti está la nada.
Nine




martes, 21 de octubre de 2008

El espejo de Matsuyama



Todas las mañanas la veo, la mayoría de las noches también. Me miro al espejo, y está en el cristal reflejada. Me impacta la imagen, no pierdo la serenidad. Lleva mis camisones, y los que heredé, el turquesa y blanco bordado con perlas, el rosa con flores color chocolate, el amarillo con adornos pistacho...todos se pone, todos los que me pongo.
Hoy tenía ojeras y su cara me preocupó un poco, más tarde su semblante se recuperó mientras un tímido rubor cubría sus mejillas. Le sonreí con ternura, seria, me devolvió la sonrisa, amplia y calurosa.
-¿Quién eres tú?- le he preguntado en tono de broma, ella me ha hecho la misma pregunta, nos hemos reído, traviesas, yo sé bien quién soy, lo que quiero ser, una persona sencilla y buena como ella.
Se había marchado cuando salí de ese laboratorio.
Sentada ante el gran ventanal del salón dónde está la mesa de mármol en la que me gusta desayunar ha venido a mi memoria un precioso relato de un libro que tenía cuando empecé a leer con seis años que desapareció de mis recuerdos y su título he olvidado.

El relato se llama: El espejo de Matsuyama.
Una madre antes de morir entrega a su hija una cajita, regalo que su esposo le trajo de un viaje, le dice que no esté triste que cuando ella desaparezca allí podrá encontrarla. Cuando la joven abre la caja, ve una imagen que es idéntica a la de su madre, no sabe que es su cara reflejada en el espejo, un objeto que ella desconoce que existe.
Yo veo a mi madre todas las mañanas cuando me levanto, después me “disfrazo”, ella queda dentro de mí, muy dentro de mí.


Nine










viernes, 17 de octubre de 2008

El jardín de los árboles del Amor



Voy bajando el sendero lleno de helechos, una alfombra de caracolillas y musgo acompaña con sus típicos ruidos mis pasos, mientras me hundo en mis pensamientos batallando por salir a flote entre tanta incertidumbre.
En la lejanía creo ver tu silueta esperándome con paciencia, es una actitud que me reconforta y hace el camino más llevadero y esperanzador.
Mi alma de niña me dice que confíe en ti y me agarre de tu brazo amigo. La mujer que se ve fuera de ese almita es desconfiada y orgullosa- teme al dolor del amor como a cien varas de nardos- se muestra reticente, teme que cuando llegue al jardín de los árboles del Amor hayas desaparecido y solo quede el aura que te envolvía.

El sendero se torna tortuoso, no puedo caminar tan alegremente como lo hacía antes cuando era tan inocente y confiaba en todo el mundo. Clamo a las puertas de mi fortaleza, están cerradas, nadie me oye, un silencio sepulcral la rodea. ¡Cielos!, ¿tan sola estoy? Y sacando fuerzas de flaquezas me interno más en el serpenteante sendero que me lleva… ya no sé a dónde, he perdido el Norte pero no quiero desandar el camino, estés o no esperándome, llegaré.

Rompo los puentes, si hay que huir que sea hacía adelante.

Nine

miércoles, 15 de octubre de 2008

Mi silencio



Cuanto mayor es mi silencio...
más te quiero.
No podría decir con palabras...
Lo que siento.
Lluvia mansa que cae esta noche...
Escúchala en silencio.
Es mi voz, te dice con derroche...
Por ti muero.
Pero... tú no llores ni un instante...
con los recuerdos.
Ellos perviven en nuestras almas,
son un consuelo.
Cuando vivir era soñar en calma,
sentir el viento
susurrarnos cada madrugada...
Deseos intensos
de amar infinitamente atrapados
en este fuego.
Era saber en la distancia... lo eterno...
Tú y yo, solos,
lo más importante de este mundo
que es el nuestro.
En silencio te quiero cada día
¡Cuánto te quiero!
Este amor me llena el alma,
dulces pensamientos.
No necesita de palabras,
sólo de gestos.


Nine

lunes, 13 de octubre de 2008

Existen Cielos Protectores




Un Cielo protector existió para mí, no fue un sueño, no uno de los muchos que me fabrico para soportar la fría realidad, la soledad. Duró lo que vivieron mis padres, luego se desvaneció.
Otro existe. Físicamente está ubicado al Norte de África en la que pudo ser la isla Ogigia de la Odisea.
Un hermoso lugar dónde se unen las aguas del Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, dónde, puestos a soñar…, Calypso enamoró a Ulises y lo retuvo siete años.
Una de las columnas de Hércules: Abyla.
Hoy en día es una preciosa Ciudad rodeada de mar por todas partes menos por la que la une al continente africano. Un bello Cielo Protector que muchos quisieran alcanzar, que yo perdí.
Milenaria Ciudad. Perla ambicionada por muchos gobernantes, situada en uno de los lugares más estratégicos del mundo por la que pasaron muchas civilizaciones, es española (reconquistada) desde hace más de cinco siglos. Mucho antes de que existiera EE.UU. de América.
Separada de España por el Estrecho de Gibraltar, siempre estuvo unida a ella como los buenos hijos a sus madres, con nobleza, lealtad y fidelidad. ¡Siempre!
La armonía que existe en la convivencia entre las cuatro culturas que la pueblan, espero que dure por los siglos de los siglos.

Que todos los que la habitan sepan ver en Ceuta española su Cielo Protector.

Nine

viernes, 10 de octubre de 2008

Acércate



Lo veo acercarse, por el camino
viene a por mí a paso lento,
seguro, convencido, con aliento,
en su mirada mi imagen adivino.

Cuando llega es un torbellino
que todo arrasa sin medidas.
En sus brazos estoy perdida,
pierdo con sus besos el sentido.

No quiero las ausencias
que este amor causará
siempre noche oscura será,
lo sé, si me falta su presencia.

¡Es tan dulce su boca! Su mirada...
la siento como caricias.
En silencio recorre mi balconada
llenándola de flores, con alegría,
que se abrirán cada madrugada
inundando de amor nuestras vidas.


Nine

jueves, 9 de octubre de 2008

Tres palabras


Eran tres palabras las que tenía.
Tres... para decir mis sentimientos
no supe utilizarlas con alegría
las malgasté con mis lamentos.
¡Amor, te quiero!

Ahora te siento tan lejano...
Eres uno de aquellos recuerdos…
el tiempo al pasar casi lo borró.
Me pregunto si a ti también te apenó
la muerte súbita de ese niño tan sano
que fue nuestro inimaginable amor .
Nine

miércoles, 8 de octubre de 2008

Mi sueño querido


Fuiste un sueño...
Se desvaneció en la mañana
de aquel día que pintaron negros nubarrones,
los que desearon nuestro alejamiento.
Yo fui más culpable, les hice vencedores.
Viendo todo desde la lejanía, con conocimiento
de causa, comprendo y admiro tu paciencia
de haber sido un día tu amor me enorgullezco,
acepto tu decepción y posterior indiferencia.
Retirada en mi exilio unas veces amargo, otras dorado
le pido a Dios que siempre te acompañe
a cualquier lugar donde tus pasos te lleven.
Para mí pido dura penitencia por haberte fallado.
No hay penitencia más dura..., ¡ tanto me duele!,
que me falte tu aliento, no estés a mi lado.

Adiós para siempre, mi sueño querido.


Nine

martes, 7 de octubre de 2008

La mensajera




Quisiste tender un puente entre tú y yo...
La enviaste a ella, que es dulce, serena
con la franqueza que la caracteriza
te habló bien de mi, te dijo que soy buena.
Ella, es la bondad personificada
estás dentro de su alma, te defiende
de enemigos que tal vez no existen,
la voz de tu conciencia. Te comprende,
da por ti todo lo que tiene y ambiciona,
con una sonrisa del amanecer a la noche
buscando estrellas, dártelas sin reproches
olvidando su entrega, tú, ni la nombras.
¿Cómo quitar a una niña su muñeca?
¿O a un niño su juguete preferido?
Yo no soy capaz de hacerlo, amigo,
qué siento por ti nunca se lo diré a ella.
Si quieres saberlo pregúntamelo tú mismo.
No utilices,¡ cobarde!, mensajeras.
¡Le digo una y le diré mil veces,
que es solo a ella a quien tú quieres!
Nine