el viento frío mi cuerpo entumeció
tú no eres quién yo quería
te hablo y no te llega mi voz.
Tu corazón ajeno a mi llanto
tus palabras duras, tu mirada
lo peor, esa mirada de desencanto
en la que antes me sentía amada.
Suelo que piso se resquebraja;
En el horizonte vacío de sueños
cielo que miro tormentas se desatan
intento encontrar algo del ayer.
Esa sutil línea se aleja a cada paso
escapando de mis manos llenas de fe.
Entre tantos sueños rotos y llanto
ya nada importa en mi atardecer.
Con la luz sombría que el sol me deja
veo mi silueta como una sombra gris
solo es el reflejo de una gran pena
que camina lenta muy cerca de mí.
Nine
Nine
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