La tarde lenta camina
al encuentro de la noche
el Sol oculta su derroche…
ocaso tras el horizonte.
Pronto ha salido la Luna
reflejada en la Rivera
es como una joven coqueta
que de mar se perfuma.
Sentada en la arena lloro
la muerte de mi esperanza,
nunca volverás mi niño
te he perdido para siempre
perdí todo lo que fuimos,
la culpa es mía, cariño,
no he sabido quererte
todo lo que nos prometimos.
Mi ocaso llega con la noche…
cuando comprendo mi error,
faltó adorarte mi amor
¡Tanto como tú mereces!
Nine