Está mi casa, vieja, casi en ruinas
ya no guarda el eco de mis pisadas
se secaron las flores que mamá plantara
en el hermoso patio que con su luz la ilumina.
Las rejas se han convertido en una trampa
cuando asomarme quiero a la ventana
ya ni siquiera te oigo pasar de madrugada
cuando volvías tarde mientras yo contigo soñaba.
Todo se va perdiendo, los muebles, los recuerdos
el brillo de las miradas que la habitaban, los suelos,
la sencillez de la vida que en ella anidó era un cielo
que compartíamos todo entre sueños, abrazos y besos.
Siempre que vuelvo me asomo en la azotea buscando el mar.
Su visión me quitaron las altas construcciones, ya no lo veré jamás
desde esta atalaya que un día fue mi hogar, y hoy es mi soñar.
Las siete colinas quedaron tras un bloque de cemento
subir es llorar la pérdida de tantos paisajes y ver su casa…tan lejos.
Mi casa se cae de puro dolor que lleva dentro, desde que ya se fueron
esos seres que nos dieron todo, ¡qué tanto nos quisieron!, y quiero.
El alma que la habita vive en silencio, con él la pena y la alegría…
de no haber muerto, se juntan en un remolino de tristes sentimientos
conlleva una soledad que le hiere dentro y es su sonrisa una mueca todavía.
Nine
10 comentarios:
WOW excelentes versos, tristes , melancólicos, pero ciertos de los seres que nos dieron todo. la ternura y el amor a la vida..
hermosos
saludos fraternos
un abrazo
Mi querida Nine: Me ha encantado tu escrito y lo he compartido porque es la misma situación y en nuestra querida tierra, la que llevamos en el corazón.
Tantas cosas compartimos, amiga mía...
Un beso muy grande.
Adolfo, esos seres se fueron, siguen en mi corazón dónde dejaron mucho amor y buenos ejemplos, quisiera ser un poco, al menos, como ellos.
Los versos son tristes pero al final me queda serenidad en el alma y ganas de luchar por los que están.
Gracias por tus amables palabras.
Un fuerte abrazo.
¡Ay, Malenita!¡ Cuánta razón tienes! Gracias por ser mi amiga, me consuela mucho en las cosas que nos pasan, a veces tan parecidas.
Muchos besos para ti.
muy lindo, me ha gustado mucho..
saludos
Gracias Infalible, en la casa paterna me reencuentro con la niña y muchachita que fui, tan feliz.
Siempre estoy deseando volver, aunque estoy lejos todos los años voy a mi cielo protector.
Saludos afectuosos.
Paso a saludarte y a dejarte mi agradecimiento de corazón por tus visitas que aprecio muchísimo por mi blog..
saludos fraternos siempre con cariño
un abrazo inmenso
Hola Adolfo, es un placer visitarte, tus blogs son muy interesantes y me gustaría hacerlo más a menudo pero no tengo demasiado tiempo libre y el poco que tengo lo reparto lo mejor que puedo.
Abrazos fraternos para ti, siempre tan amable.
Muy bonito, y triste también.
A todos nos pasa que al crecer vamos dejando lugares y mas alla de ser felices en los nuevos, no dejamos de reconocernos en los viejos y extrañarlos, y eso, nos duele.
Cierto Carla, aunque seamos felices en el sitio que habitamos ahora, aquel de la niñez lo tenemos idealizado y lo añoramos.
Cuando vuelvo se despiertan recuerdos que creía olvidados.
Gracias por tus palabras.
Besos.
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